España vive una situación inverosímil. Los acontecimientos que han inundado la prensa en las últimas semanas parecen conformar el guión perfecto para una película merecedora de un Oscar, aunque lo complicado sería definir el género.
La película podría ser un drama, el relato de cómo un país en receso vivía bajo las órdenes de unos políticos desinteresados y transparentemente corruptos. Un relato de cómo la sociedad se hundía elección tras elección, votando sin cerebro y viviendo en un mundo frívolo y decadente. Una historia del electorado simplón, que vota por inercia a un partido que parece venerar al corrupto fingiendo no seguir anclado al pasado.
También podríamos optar por una comedia, ya que la situación, si la observamos desde fuera, parece cómica. Un extranjero (aunque muchos estén igual o peor) podría echarse unas buenas risas viendo la peineta de Bárcenas, los llantos de Soraya o el plante de Rajoy, un presidente de burla. Se podría añadir al reparto a nuestro particular Mr. Bean, el señor Zapatero, hablando de lo bien que nos iba. Con su sonrisa y su particular ángulo de cejas, el film nos saldría bien hasta mudo. Añadimos las caídas del Rey… Mejor lo dejamos con sonido, porque faltarían las sabias palabras de Aznar, y es que “¡España va bien!” Ay, que ratos más buenos nos ofrecía el maestro de los maestros.
¿Y si hacemos una de terror? A lo mejor funciona también. Pon a gente como Esperanza, Bono, Gallardón y la ya mencionada Soraya, ¡que versátil! Solo nombrando se me ponen los pelos de punta. Más: Montoro, de Guindos, Alicia… La última hornada tiene tela. Creo que aún hay más, pero entre todos ya sabemos por dónde van los tiros.
Yo apuesto por una buena película de ciencia-ficción ya que la realidad parece eso mismo, algo improbable e imposible. Lo curioso es que nos supera, es un relato digno de los libros quilométricos que se marcan autores como Tolkien o Martin, que redactan cientos de páginas en famosas sagas épicas que se adaptan después al género televisivo. La política es un tema central en ellas, una política que parece lejana pero que a lo mejor lo es más de lo que creemos. Engaños, usura, infidelidades y sed de poder, para mí definen bien lo que ocurre en España. A lo mejor le quitaría el adjetivo de película épica a la nuestra, de momento es más bien cutre y con efectos especiales de poca monta.
Nos faltan también más batallas, pero aún así apuesto por lo mencionado ya que tenemos la suerte de mantener el privilegio del futuro. Espero que, si no caen por su propio peso, los ciudadanos vuelvan a protagonizar algo similar al 15-M, que parece desinflado a pesar de que las cosas, lejos de mejorar, han empeorado significativamente. En la ciudadanía reside el poder de cambiar las cosas, de momento solo hemos utilizado la pasividad del espectador. Nos hemos quedado sentados en la butaca cómodamente, viendo el aluvión de mierda y comentando la jugada con el de al lado, sin mover un dedo.
P.D. En Cataluña también tendríamos, y todos tan contentos, nuestra propia versión de la historia. ¡Que nadie lo dude!
elbroudelaciutadella 